¿Qué es la cirugía de cáncer colorrectal?

El cáncer colorrectal, también conocido como cáncer de intestino, es el cáncer del intestino grueso (colon). El intestino grueso constituye el final del tracto digestivo, y el cáncer generalmente comienza como un grupo de células llamadas pólipos. No todos los pólipos son cancerosos y, por lo tanto, es importante controlarlos de cerca y hacer que se eliminen antes de que se vuelvan cancerosos.

La cirugía de cáncer colorrectal implica la extirpación de la parte cancerosa del colon, que se conoce como colectomía. Dependiendo de en qué etapa esté el cáncer , la cirugía puede ir desde la extirpación de pólipos mínimamente invasiva hasta la extirpación del colon y el recto. Dependiendo del tipo de cirugía, se usará anestesia local o general.

Si el cáncer colorrectal se identifica desde el principio, el tratamiento quirúrgico a menudo puede curar el cáncer y evitar que regrese, sin embargo, esto no siempre es posible. La cirugía a menudo se combina con otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia.

¿Qué causa el cáncer colorrectal?

Las causas exactas del cáncer colorrectal son desconocidas, sin embargo, existen factores de riesgo asociados que pueden aumentar la probabilidad de desarrollarlo. Éstas incluyen:

• Edad: las personas mayores de 60 años tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con cáncer colorrectal.
• Antecedentes familiares: si un familiar directo ha tenido cáncer colorrectal, las posibilidades de desarrollar cáncer colorrectal aumentan.
• Fumar y alcohol
• Dieta: la evidencia ha sugerido que las dietas que contienen grandes porciones de carne roja tienen una mayor probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal.
• Obesidad
• Trastornos digestivos: las personas que sufren crónicamente de trastornos como la enfermedad de Crohn tienen más probabilidades de padecer cáncer colorrectal.
• Condiciones genéticas: hay síndromes genéticos que aumentan la cantidad de pólipos formados, lo que aumenta las posibilidades de que estos pólipos se vuelvan cancerosos con el tiempo. Estos síndromes se llaman poliposis adenomatosa familiar (FAP) y cáncer colorrectal hereditario no polipósico (HNPCC).

¿Qué implica la cirugía?

La cirugía para el cáncer colorrectal en etapa inicial por lo general implica la extracción de una pequeña sección del revestimiento del colon. Esto se llama escisión local.

Sin embargo, si el cáncer se ha diseminado al músculo circundante, se deberá extirpar toda una sección del colon. Esto se llama colectomía. Las colectomías se pueden llevar a cabo de las siguientes maneras:

• Laparoscópicamente: un instrumento especial es guiado por cámaras a través de pequeñas incisiones en el abdomen.
• Robóticamente: cirugía de ojo de cerradura llevada a cabo por un instrumento robótico especial.
• Cirugía abierta: se realiza una gran incisión en el abdomen para poder extirpar parte del colon.

Mientras se lleva a cabo la cirugía, es común que los ganglios linfáticos cercanos también se eliminen y se someterá a pruebas de detección de cáncer. Durante una colectomía, el cirujano volverá a conectar las partes sanas del colon. Si no se pueden volver a conectar, el cirujano deberá realizar una cirugía de estoma. Esto desvía las heces del colon hacia una abertura en el abdomen y en una bolsa de materia fecal que se ajusta a la abertura. El estoma será temporal o permanente, dependiendo de qué tan bien cicatrice el colon después de la cirugía.

Cómo prepararse para la cirugía

Dependiendo del tipo de cirugía, es posible que deba seguir una dieta especial antes de la cirugía o vaciar los intestinos. El día de la cirugía, no podrá comer ni beber. Es común que, antes de la cirugía, se le administre una dosis de antibióticos para evitar la posibilidad de infección.

Si va a tener un estoma, se habrá reunido con un especialista en estoma para explicar cómo funcionan.

Cuidados postoperatorios

Inmediatamente después de la cirugía, el equipo de atención intentará que se mueva para evitar la coagulación de la sangre. Es común esperar algo de dolor y náuseas. Por lo general, los pacientes pueden regresar a su hogar entre tres y siete días después de la cirugía, y se debe reservar una cita de control para analizar la recuperación y cualquier tratamiento adicional requerido.