Distonía
¿Qué es la distonía?
La distonía es un tipo de trastorno del movimiento caracterizado por contracciones musculares incontrolables . El resultado es una torcedura involuntaria de partes del cuerpo y posturas anormales. Esta condición puede afectar solo un músculo, un grupo de músculos o todo el cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas de la distonía?
Los síntomas de la distonía pueden variar y pueden ser leves o severos. Los primeros síntomas comunes incluyen:
- calambres del pie
- dificultades de habla
- un pie que se arrastra al caminar
- parpadeo excesivo
Los síntomas de la distonía pueden empeorar con el estrés o la fatiga, y con las constantes contracciones musculares, el dolor y la incomodidad son comunes.
¿Qué causa la distonía?
No hay causas específicas de distonía y no se entiende completamente como una condición, sin embargo, se cree que puede atribuirse a desequilibrios químicos en la parte del cerebro llamada ganglios basales. Los ganglios basales son responsables de iniciar las contracciones musculares, y si las células nerviosas no se comunican adecuadamente, las contracciones musculares pueden volverse involuntarias e incontrolables.
La distonía puede ser hereditaria por parte de los padres, o puede adquirirse si los ganglios basales están dañados. El daño a los ganglios basales puede ser el resultado de:
- falta de oxígeno
- infección
- trauma cerebral
- carrera
- tumor
- plomo de la intoxicación por monóxido de carbono
- reacciones a ciertas drogas
¿Cuál es el tratamiento para la distonía?
El tratamiento de la distonía depende de la gravedad y la parte del cuerpo afectada. Un tratamiento bastante nuevo para la distonía utiliza inyecciones de toxina botulínica (Botox) que se inyecta en los músculos afectados. Botox ayuda ya que bloquea la sustancia química llamada acetilcolina que produce contracciones musculares. Con inyecciones repetidas, se puede recuperar cierto control sobre las contracciones musculares.
En casos más severos de distonía, la estimulación cerebral profunda puede llevarse a cabo como un tratamiento. Esto implica que se implanta un electrodo en el área afectada del cerebro que está conectada a un estimulador que emite pulsos eléctricos que apuntan a reducir el número de contracciones musculares involuntarias.
También existen medicamentos que pueden ayudar a los pacientes con distonía controlando las comunicaciones químicas incorrectas que suceden en el cerebro y que causan las contracciones musculares.
Finalmente, hay terapia física, terapia del habla y técnicas de manejo del estrés que pueden ayudar a los pacientes con distonía a manejar sus síntomas.