¿Qué son los trastornos del movimiento?

Los trastornos del movimiento se refieren a un exceso de movimiento o un deterioro del movimiento. Existen muchos tipos diferentes de trastornos del movimiento, pero son afecciones neurológicas que afectan a diferentes partes del cuerpo y causan movimientos anormales involuntarios o voluntarios. Algunos trastornos del movimiento incluyen el Parkinson, la ataxia, la enfermedad de Huntington y el síndrome de Tourette.

¿Cuáles son los síntomas de los trastornos del movimiento?

Existen muchos trastornos del movimiento diferentes, que vienen con su propio conjunto de síntomas o características. Los trastornos del movimiento afectan la velocidad de los movimientos, haciéndolos más rápidos o más lentos en algunos casos, la fluidez con que alguien puede moverse y la facilidad con la que puede moverse. Otros síntomas de trastornos particulares incluyen temblores y sacudidas, espasmos y tics.

¿Qué causa los trastornos del movimiento?

Los trastornos del movimiento son afecciones neurológicas, por lo que la causa es con mayor frecuencia un defecto en una determinada área del cerebro o en la base del cerebro (cerebelo). Estos defectos a menudo se adquieren a través de la genética, pero los movimientos anormales también pueden ser causados ​​por el estrés, las drogas, el consumo de alcohol y las enfermedades crónicas. Algunos trastornos, como el Parkinson, se llaman afecciones neurodegenerativas y, con frecuencia, son genéticos.

¿Cómo se tratan los trastornos del movimiento?

Los trastornos del movimiento generalmente se tratan a través de medicamentos y terapia con medicamentos. Como hay muchos tipos diferentes de trastornos del movimiento, cada uno necesita el diagnóstico clínico correcto y se prescribe tratamiento para el caso individual. Ciertos trastornos del movimiento han sido tratados usando terapias que usan electrodos para estimular las áreas afectadas del cerebro.

Las dietas específicas y la nutrición también han demostrado ser útiles en el caso de algunos trastornos del movimiento como el Parkinson. El ejercicio puede ayudar a evitar que el paciente pierda masa muscular y también puede mejorar la movilidad.