¿Qué es la embolia de la arteria renal?

La embolia de la arteria renal ocurre cuando un coágulo de sangre viaja desde el corazón o una placa aórtica al tejido renal, causando una obstrucción severa de la arteria que lleva la sangre al riñón. Una obstrucción leve puede afectar negativamente la función renal, mientras que la obstrucción total puede causar insuficiencia renal permanente.

Síntomas de embolia arterial renal

Debe tenerse en cuenta que incluso si un riñón no funciona, puede no haber síntomas ya que el otro riñón continúa filtrando la sangre. Si el otro riñón no funciona, el bloqueo de la arteria renal puede causar síntomas de insuficiencia renal aguda. Otros signos, que generalmente aparecen de repente, pueden ser:

• Dolor abdominal o de espalda
• Repentina reducción en la producción de orina
• Sangre en la orina
• Dolor en un flanco

¿Cuáles son las consecuencias de la embolia de la arteria renal?

Las consecuencias dependen del grado de obstrucción: por ejemplo, la obstrucción completa del flujo sanguíneo puede provocar insuficiencia renal permanente. Una obstrucción menos severa puede hacer que el riñón no funcione correctamente.

¿Se puede prevenir?

En una gran cantidad de casos, la embolia de la arteria renal no se puede prevenir. Una de las principales formas de reducir el riesgo es dejar de fumar .
Debe tenerse en cuenta que las personas con alto riesgo de desarrollar coágulos de sangre pueden tener que tomar anticoagulantes. También es útil para controlar las enfermedades relacionadas con la arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias), ya que esto reduce el riesgo.

¿Cual es el tratamiento?

En algunos casos, el tratamiento no es necesario porque los coágulos de sangre mejoran por sí solos con el tiempo. Si la obstrucción se descubre después de algunas horas o si no hay otro riñón funcional, se puede intentar abrir la arteria. En tales casos, para intentar desbloquear la arteria y disolver el coágulo, se administran medicamentos que disuelven los coágulos (trombolíticos), restaurando el flujo sanguíneo en la arteria. Además, se administran medicamentos que previenen la coagulación de la sangre (anticoagulantes), como la warfarina.

En algunos casos, puede ser necesario reparar quirúrgicamente la arteria renal o eliminar el bloqueo con un catéter introducido en la arteria. Además, puede ser necesario tratar la insuficiencia renal aguda, por ejemplo, con diálisis temporal.