Vértigo
El vértigo se caracteriza por una sensación de desequilibrio que surge desde el oído interno (sistema vestibular). Cuando se produce un movimiento repentino o un cambio rápido de la posición de la cabeza, que puede resultar en vértigo. Los síntomas más comunes es el mareo que también puede ser causada por enfermedades o trastornos tales como la arritmia o la enfermedad de Ménière.
El vértigo es una sensación de inestabilidad de uno mismo o de giro de los objetos del entorno, que viene acompañado de malestar general, fiebre, náuseas, vómitos, pérdida de equilibrio y sensación de desmayo. Puede ser momentáneo o durar días, y suele estar provocado por una alteración del oído, en la conexión nerviosa del oído al cerebro o en el mismo cerebro. Asimismo, el origen de estas alteraciones puede ser una infección en el oído, falta de presión arterial, medicamentos, fracturas de cráneo, tumores cerebrales, cambios de presión o ruidos fuertes, entre otros. Hay diferentes tipos de vértigos, clasificados según la localización del problema que los origina o de las sensaciones del paciente, es decir, si nota inestabilidad de su cuerpo o si es el entorno el que le da vueltas. El tratamiento consiste en la administración de fármacos, en función de la causa que provoca el vértigo, y en la realización de un conjunto de ejercicios físicos.