Hormonas y hambre: el efecto de la grelina

El eje intestino-cerebro juega un papel crucial en el control del apetito. Las hormonas intestinales circulantes envían señales al cerebro para informar si nos sentimos hambrientos o llenos. La grelina, nuestra hormona del hambre, es secretada por el estómago justo antes de las comidas para indicar que sentimos hambre.. Después de las comidas, el intestino segrega hormonas de saciedad como GLP-1 y PYY para indicarle al cerebro que nos sentimos llenos. En personas con obesidad, algunas de estas respuestas de la hormona intestinal se ven afectadas y pueden contribuir a su obesidad.

El problema con perder peso

Cuando intentamos perder peso mediante la dieta, nuestra respuesta de la hormona intestinal da lugar a un aumento de la grelina y a una disminución de las hormonas de la saciedad.. Esta es la manera del cuerpo de decirle al cerebro que hemos perdido peso y debemos luchar para recuperar las calorías perdidas. Además, cuando perdemos peso, nuestra tasa metabólica basal , la energía necesaria para mantener nuestros procesos metabólicos básicos en marcha, es menor, es decir, necesitamos comer menos calorías para mantener el nuevo peso corporal. Estos requisitos de menor consumo de energía, junto con la respuesta de la hormona intestinal, son algunas de las razones para explicar los desafíos del mantenimiento de la pérdida de peso.

Combinando el cambio de estilo de vida y medicación

El estilo de vida y los cambios en la dieta son la piedra angular de cualquier programa de pérdida dietética, pero la dieta por sí sola puede no ser suficiente cuando se trata de mantener la pérdida de peso a largo plazo.. Nuevas farmacoterapias están ahora disponibles para el tratamiento de la obesidad. La medicación puede imitar la acción de la hormona de la saciedad GLP-1 y funciona disminuyendo el apetito a través de su acción en el cerebro. Los datos de ensayos clínicos muestran que los pacientes obesos pueden lograr una pérdida de peso promedio del 8% en un año, aunque los pacientes con una respuesta temprana pueden lograr más. Para los pacientes con prediabetes , los medicamentos pueden reducir la incidencia de desarrollar diabetes tipo 2 en 3 años. Estas terapias de hormonas intestinales son tratamientos prometedores y efectivos en la lucha contra la obesidad y las comorbilidades relacionadas.